Las redes sociales son la vida misma. Son micromundos
virtuales sí, pero formados por personas de carne y hueso.
Si tenemos una estrategia y un objetivo, conocemos el medio
y de verdad queremos conectar con nuestro público; solo tenemos que encontrar
lo que nos une y creer en ello.
Cuando una marca, empresa, asociación o cualquier usuario
decide compartir sus experiencias y filosofía en las redes sociales, el primer
reto que debe afrontar es el miedo a estar expuesto, a no saber controlar la
ola en un determinado momento y provocar una tormenta de críticas con una
metedura de pata o comentario desafortunado.
Tener fe en lo que hacemos, ser naturales y cercanos, no
evitará que fallemos, pero sí ayudará a que esos seres que creemos ser
marcianitos que habitan en las redes sociales y a quienes tanto tememos, se
apiaden de nosotros y nos den una segunda oportunidad.
Hola Rubén, ¡ésa es la actitud! Como bien dices, lo importante es dar pasos cada día. La falta de tiempo es solo un obstáculo más que saltar.
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