Si hoy no se acaba el mundo, estamos convencidos de que todo lo que venga a partir de ahora, será para mejor. Las redes sociales, (hechas por y para las personas) son una gran oportunidad para las marcas y empresas para mostrar por fin, su lado más humano. Y quedan muchos años para demostrarlo (con permiso de los Mayas)…
Con la popularización de las redes sociales, las grandes
marcas y compañías temblaban de miedo. El sistema de comunicación unidireccional
se desmonoraba y los clientes descontentos podían influenciar al resto de
usuarios con sus opiniones más atroces.
Con el tiempo, han ido entendiendo que
el mundo no se acaba aquí, sino que simplemente ha cambiado la forma de
conectar con sus consumidores. Han
entendido que los clientes insatisfechos han existido siempre, solo que ahora
tienen la ventaja de focalizar sus críticas, conocer a quienes las originan y
convertir nuevamente a clientes descontentos en clientes satisfechos.
Las redes sociales han transformado la comunicación hasta el
punto de que ahora son los consumidores los que se sientan en el trono mientras las
marcas y empresas complacen sus deseos. Sin embargo, aquí nace una gran oportunidad
para hacer que los clientes se sientan partícipes de su compañía. Porque
sienten cada vez más, que su voz importa.
Como no siempre serán experiencias negativas, los usuarios
también compartirán sus mejores experiencias vividas con nuestra marca o
compañía, mejorando su fidelidad y atrayendo a nuevos clientes. Esto (como
siempre), no dependerá de las redes sociales, sino del servicio y comportamiento
de nuestra empresa.
P.D. Por si tenemos que ponernos en lo peor y el mundo acaba
hoy y nada de esto sirve para mañana, hagamos como Sabina y "que el fin del
mundo nos pille bailando”…
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