Cuando nos embaucamos en un nuevo proyecto, el miedo es el
primer obstáculo al que nos enfrentamos antes y durante el proceso creativo de
una campaña. Miedo a no ser competentes, miedo a no alcanzar los objetivos…, miedo
en definitiva, al fracaso. Es el gran temido. Sin embargo, una pequeña dosis de
miedo o incertidumbre, nos ayudará a sacar lo mejor de nosotros mismos en cada
trabajo.
En nuestra primera “píldora creativa” (que no la última) de
Banana Split, David Bronstein (Gran Maestro de Ajedrez), decía que “la
creatividad y el miedo son elementos incompatibles”. Y es que, si dejamos que éste
se adueñe de nosotros, reducirá nuestra capacidad creativa.
Sin embargo, no hay que temer al miedo (valga la paradoja),
ya que, administrándolo de forma positiva, aumentará nuestra concentración y
tenacidad, mejorando nuestra capacidad creativa y con ello, los resultados.
En definitiva, en todo proceso creativo, el miedo o la
incertidumbre, son como la valentía y el entusiasmo, que en grandes dosis
matan, pero que, en pequeñas cantidades, revitalizan.
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